viernes, 8 de noviembre de 2019

Aplicaciones y software adecuados para nuestros alumnos

En esta nueva publicación quiero compartir algunos aspectos que considero muy importantes y a tener en cuenta en el diseño del programa de intervención de nuestros alumnos/as, sobre todo si utilizamos recursos digitales en soporte Tablet, cada vez de uso más frecuente. Si bien es cierto que con el trabajo diario y la correcta evaluación del mismo cada profesional va observando las dificultades, ventajas e inconvenientes del uso de determinadas aplicaciones, así como la consideración y elección de las mismas.

Con la aparición de las apps utilizadas como SAAC, me ha sido muy útil en la práctica profesional este documento del CEAPAT-IMSERSO: Mi software de comunicación cuya autora es la logopeda Clara Isabel Delgado. Se trata de una guía muy completa que tiene como objetivo ayudar a personas y profesionales en la elección del software de comunicación más ajustado a las necesidades del usuario/a.

En este documento se introducen conocimientos básicos para quienes deseen conocer los principios fundamentales que orientan la selección de los productos de apoyo a la comunicación y supone un avance en la documentación bibliográfica existente. Además, brinda un conocimiento actualizado y novedoso de la tecnología en comunicación aumentativa y alternativa y se ofrece como una herramienta práctica en el proceso de selección del producto, con una exposición sencilla a pesar de su enorme complejidad. 

Dado que el desarrollo de la tecnología está en constante evolución, cada vez es más complejo y complicado encontrar las respuestas adecuadas, o como dice la autora de este documento “encontrar la pieza que mejor encaje”.

Por otra parte, el blog Aulautista, de Lupe Montero, nos ofrece diez sencillos consejos para ayudarnos a elegir la mejor aplicación para personas con TEA, con independencia del uso que vayamos a hacer de ella, ya sea de ocio, comunicación o aprendizaje. 

¿Qué debemos tener en cuenta antes de descargar aplicaciones? 
  1. Deben carecer de estímulos distractores, pantallas abarrotadas, elementos irrelevantes que se mueven o sonidos estridentes y/o repetitivos son algunos ejemplos de este tipo de estímulos.
  2. El funcionamiento debe ser intuitivo, lógico y ordenado. Son preferibles las aplicaciones más predecibles, con un comportamiento estable y que permitan su uso autónomo por parte de la persona. Resumiendo, aquellas que no necesitamos que nos expliquen cómo funcionan porque su diseño ya lo está haciendo.
  3. Posibilidad de configurar los refuerzos y el comportamiento de la aplicación, tanto en los aciertos como en los fallos. Aquí nos encontramos con el gran caballo de batalla en materia de aplicaciones, los estímulos seleccionados en muchas ocasiones distraen y son más atractivos que la actividad en sí misma, induciendo muchas veces al error (buscado de forma activa por la persona) para recibir el refuerzo sonoro correspondiente. Una aplicación en la que podamos configurar estos parámetros va a permitirnos adecuarnos mejor a las características de cada persona.
  4. Actividades con principio y fin, es decir, que ayuden a medir la cantidad de tarea a realizar. Preferiblemente evitaremos actividades en bucle que no terminan nunca y que pueden animar a la persona a enfrascarse en actividades sin meta ni sentido de manera repetitiva y rutinaria.
  5. Interfaz que haga uso de apoyos visuales. En muchas ocasiones la simple presencia de unas señales (recuadros, colores…) que indiquen dónde han de arrastrarse los elementos es suficiente y marcan la diferencia con aquellas que no tienen delimitados los espacios.
  6. Opciones de importación y exportación. De este modo se pueden compartir tareas entre diferentes dispositivos y, por lo tanto, en distintos contextos, lo que supone un plus de cara a abordar la generalización. Estas opciones van a ayudar a la vez a mejorar la colaboración entre distintos entornos, como el hogar y, por ejemplo, la escuela.
  7. Copia de seguridad, especialmente para aquellas apps que construímos a medida del usuario como los comunicadores. Las opciones para hacer un backup son fundamentales ya que nos permiten recuperar la información ahorrando un trabajo significativo.
  8. Posibilidad de configurar usuarios y establecer preferencias personales. Esta característica es especialmente importante cuando utilizamos dispositivos compartidos y va a ayudar a personalizar la aplicación y a tener indicadores del avance individual.
  9. Tipografía conocida para la persona. Cuando el usuario hace uso de habilidades de lectura tenemos que cuidar que la tipografía empleada en la aplicación sea comprensible para él… mayúsculas, minúsculas también son aspectos a tener en cuenta.
  10. La aplicación debe ser adecuada al nivel de desarrollo de la persona, cubrir necesidades existentes y, a ser posible, tener en cuenta sus centros de interés.




Deseo que os guste.

Un saludo,

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