El enfado y la rabia en los niños son emociones que afectan directamente a su aprendizaje y a la forma de relacionarse con otras personas.
Durante los primeros años de vida, los niños poseen una importante plasticidad cerebral, por lo que esta etapa y las experiencias y aprendizajes que se den en ella, son especialmente importantes para el enriquecimiento y adecuado desarrollo de la cognición y la afectividad.
Un saludo,
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